1.05.2011

Huahine I







Idea original. Alojarnos en la pensión Chez Guynette que se encontraba en la zona céntrica de la isla. Cerrada ésta, comenzó el raid de averiguaciones. Preguntando a la gente del lugar, fuimos a parar con el conductor de un gran Truck que transportaba turistas del crucero Paul Gauguin. El hombre nos recomendó alojarnos en la zona más alejada de la Isla. Donde estaban las mejores playas. Entre charla y charla, nos terminó llevando en su transporte hasta el camping Aiiura. Cerca de su casa. O mejor dicho de su hospedaje. Lo que a primera vista parecía ser un simple chofer, resultó ser el dueño de un hermoso alojamiento en la mejor zona de Huahine. Y un ser humano maravilloso. Nos fue contando absolutamente todo durante el recorrido. Su amor por la familia, el placer de vivir en Huahine, la vida sin stress, sus clases de español, los vegetales y las frutas típicas de la isla, etc. Luego de rentar nuestro cuarto en el camping nos fuimos a visitar su alojamiento. A unos 500 metros. El hombre no paraba con su generosidad. Ahora nos invitaba a comer un ue de pescado a las brasas la noche anterior a nuestro regreso. Ante nuestra negativa a la invitación, Pascual nos pedía por favor que aceptáramos puesto que para él era un gesto natural dar, no quería ni pedía nada a cambio. Su placer era poder compartir su mundo con nosotros. Aceptamos y al plan original, nuestro altruista amigo le anexó un viaje en su bote al motu (isla) ubicado frente a su alojamiento.

En el camping la cosa no fue menos. Ubicado sobre la playa, el cuarto que tomamos también resulto ser muy cómodo y bonito. El azar nos cruzó nuevamente con un matrimonio suizo que conocimos en nuestro paso por Moorea. La cena nos encontró en una gran mesa con Cristal (la dueña) y sus hijos, nuestros conocidos de Suiza y una francesa que no recuerdo su nombre.

Les mostramos algunas fotos de nuestros viajes por el Norte y Sur de Argentina, compartimos unos videos musicales que trajeron los chicos en sus computadoras, y el suizo Mathew recomendaba una y otra vez el sudeste asiático. Según él, en Filipinas hay unas playas increíbles. Es muy barato y hasta hablan español. Una vez allí, si uno tiene ganas de seguir viajando, lo puede hacer con los low cost de las aerolíneas asiáticas. Por unos 30 dólares se puede volar de Filipinas a Malasia. Para comprobarlo hay que visitar www.airasia.com o www.tiggerasia.com . Todo muy ameno hasta que se me ocurrió traer a la mesa el nombre de Nicolás Sarkozy. Ahí la cosa se puso picante. Estaba claro que no lo querían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario